CRIMEN Y PODER: LA VIDA DE PABLO ESCOBAR A TRAVÉS DEL LENTE DE LA CRIMINOLOGÍA

La vida de Pablo Escobar a través del lente de la criminología.

Introducción

«A finales de la década de 1980, Colombia se había convertido en el principal fabricante y exportador de cocaína a nivel mundial. Con Pablo Escobar Gaviria al frente del Cartel de Medellín, una organización narcoterrorista que llegó a tener un control soberano sobre ciertas zonas, se perpetraron asesinatos de cientos de policías e incluso de candidatos a la presidencia. Esto generó un estado de violencia poco común en una guerra tan difusa como la que vivió Colombia, y ocurrió con la colaboración de Estados Unidos y otros países. Además, el Cartel de Medellín y Pablo Escobar corrompieron la justicia, a políticos, a la policía e incluso a presidentes, como el General Noriega en Panamá. En resumen, la violencia se transformó en un problema transnacional con repercusiones en todo el mundo.»


Marco teórico

«El objetivo de este artículo es realizar un análisis criminológico utilizando la teoría de la asociación diferencial y la teoría de la tensión estructural de Robert K. Merton. Se busca comprender, a través de un análisis documental histórico, por qué existen líderes criminales como Pablo Escobar, cómo funcionaba su racionalidad y obtener conclusiones aplicables a otros contextos latinoamericanos. La forma de actuar del Cartel de Medellín ha sido adoptada por nuevas estructuras narcoterroristas actuales que afectan a paísesdesde México hasta Ecuador, sembrando terror y pobreza y convirtiendo a las organizaciones criminales en actores poderosos con repercusiones transnacionales.

La criminología teórica busca describir las razones de por qué y cómo ocurre la delincuencia, mediante la inspección de detalles relacionados con la actuación ilegal y el crimen. Estas teorías incluyen, en su conjunto, las teorías del aprendizaje, que enfatizan conceptos y acciones cultivables, los procedimientos del aprendizaje criminal y la estructura de colaboración y garantía en caso de violación de la ley. Entre ellas destaca la Teoría de la Asociación Diferencial de Edwin Sutherland, que explica la etiología del crimen mediante la asociación de individuos con culturas y rituales similares.»


Analizando al mayor narcotraficante de la historia: Pablo Escobar

«En el pequeño pueblo de Río Negro, cerca de la ciudad de Medellín, Colombia, nació el 1 de diciembre de 1949 el despiadado capo Pablo Emilio Escobar Gaviria. Hijo de un granjero y una institutriz, nada en su educación sugería el rumbo sociopático que tomaría su vida. Aunque recibió una buena educación, carecía de un intelecto brillante. Similar a Al Capone, su habilidad clave era una capacidad ilimitada para la violencia.

Cuando la escasez lo obligó a retirarse de la universidad en 1966, Escobar comenzó a robar vehículos y a contrabandear marihuana, convirtiéndose en millonario a los 22 años. Posteriormente, afianzó su riqueza en la industria de la cocaína, dominando la fabricación local mediante la inversión en mano de obra, agricultores y capitalizando el cultivo de coca en un valle montañoso aislado de Perú y Bolivia.

La coca, los sobornos y los asesinatos llevaron a Escobar a los primeros puestos del panorama criminal de Medellín. El cartel del narcotráfico cubano fue desintegrado por un colombiano, Carlos Lehder Rivas, quien operaba con George Jung, un narcotraficante estadounidense. Mientras eran compañeros de celda a mediados de la década de 1970, Jung y Lehder idearon estrategias para llevar cocaína a Estados Unidos en avión, eliminando a las «mulas» poco confiables y transportando cantidades mucho mayores de cocaína. En 1977, su primer envío de 250 kilogramos se vendió al por mayor por aproximadamente 15 millones de dólares, atrayendo el interés de contratistas que consideraban enviar más cocaína a Estados Unidos.

La última parte de la estrategia encajó con la participación de Lehder; Escobar tenía los recursos y la capacidad de tráfico para mantener las ventas masivas en Estados Unidos. Cada kilo fabricado por el laboratorio de Escobar en 1978 le costó 2.000 dólares y lo vendió al por mayor a Lehder y Jung por 22.000 dólares, generando una ganancia significativa. En 1978, cada envío de 400 kilos le reportó a Escobar 8 millones de dólares.

En 1982, la riqueza individual de Escobar superaba los 3.000 millones de dólares, convirtiéndolo en el hombre más rico de Colombia. En marzo de 1982, la confiscación de dos toneladas de cocaína en el Aeropuerto Internacional de Miami sorprendió a los funcionarios estadounidenses, quienes aún no comprendían completamente la magnitud del Cartel de Medellín. Cuando llegó la investigación estadounidense, Escobar ya había forjado una nueva alianza con el presidente panameño Noriega, lo que le permitió lavar dinero a través de bancos panameños y establecer su logística en un punto crucial de conexión entre América del Sur, Centroamérica y Norteamérica.

Entre 1982 y 1984, los cargamentos aumentaron de 80 a 145 toneladas, inundando el mercado estadounidense y reduciendo los precios mayoristas. Sin embargo, las ganancias continuaron siendo enormes. Durante 1985, el número de consumidores de cocaína se cuadruplicó, llegando a los 25 millones, con ganancias masivas para el Cartel y un aumento de la corrupción a nivel mundial.

El Cartel de Medellín llegó a controlar entre el 40% y el 50% de las exportaciones totales de Colombia, Bolivia y Perú. Durante marzo de 1984, la policía colombiana desmanteló 667 laboratorios y 90 pistas de aterrizaje en Tranquilandia, pero esto apenas afectó la producción. La corrupción era generalizada en 1985; cerca de 400 magistrados estaban en nómina, y en 1989, el fiscal general investigaba 6.000 casos de deshonestidad en la policía y el ejército.

Escobar también obtuvo reconocimiento público al crear escuelas, iglesias, campos de fútbol y viviendas gratuitas para decenas de miles de personas pobres. Cuando se intentó extraditar a Pablo Escobar, se generó una guerra total entre el Cartel y el gobierno de Colombia. Entre 1988 y 1991, el Cartel asesinó al fiscal general de Colombia, al gobernador de un pequeño pueblo y al jefe de policía de Antioquia, a un candidato suplente a la presidencia, Luis Carlos Galán, y a un Ministro de Justicia suplente. Escobar también dirigió los bombardeos de El Espectador y de otro periódico de primer nivel, Vanguardia Liberal, asesinando a cuatro personas; el vuelo 203 de Avianca, exterminando a 110 personas, sin embargo, no logró su objetivo, que era acabar con la vida de César Gaviria Trujillo. Como si estas cifras no fueran suficientes, se sabe que su alevosía fue tal que llegó incluso a atacar el cuartel general de la policía secreta, asesinando a 50 personas y destruyendo varias manzanas de la ciudad [1].

Para frenar el efecto de la intimidación, el gobierno accedió a no deportar a Escobar si pasaba cinco años en una prisión de mínima seguridad, pero Escobar se creía tan poderoso —y de hecho lo era— que el gobierno colombiano permitió construir su propia cárcel, en la cual continuó supervisando su imperio criminal y logrando estar protegido. Se cree que incluso corrompió a legisladores para abolir el acuerdo de extradición con Estados Unidos [2].

Sin embargo, en julio de 1992, Escobar definitivamente fue demasiado lejos y mató a cuatro traficantes de alto rango con conexiones con el creciente y autodeterminado Cartel de Cali. El malestar ciudadano obligó al gobierno a hacer algo al respecto, pero Escobar evadió la captura antes de que el ejército pudiera trasladarlo a una auténtica penitenciaría. Para entonces, Escobar estaba obviamente a la defensiva, perseguido severamente por la policía estatal y las fuerzas armadas colombianas, con el refuerzo de la CIA, los ejércitos estadounidenses de la fuerza “Delta” y los Navy Seals de EE. UU. El enfurecido Cartel de Cali también se volvió contra Escobar, colaborando como un grupo organizado formado por las familias de las víctimas de Escobar, denominado PEPES (Perseguidos por Pablo Escobar), cuya intención exclusiva era la represalia. En resumen, el planeta entero anhelaba la caída de Escobar y, para ese entonces, era sólo cuestión de tiempo [3].

Pablo Emilio Escobar Gaviria fue asesinado a los 44 años. Fue responsable de la masacre de 40 magistrados, 200 funcionarios judiciales, 1.000 funcionarios y 3.500 ciudadanos privados; algunas opiniones elevan el total a 60.000 [4].»

Análisis Sociocriminológico

«A lo largo de la historia del concepto criminológico, se han revelado innumerables hipótesis sobre la causalidad del delito.

Una de ellas es la Teoría de la Asociación Diferencial de Edwin Sutherland, que sostiene que la actuación delictiva se comprende mediante la participación con otros o sociedades. En 1939, Sutherland publicó su libro titulado Principios de criminología, en el que resumió sus puntos de vista sobre la hipótesis de la asociación diferencial. Sin embargo, Sutherland restringió la Teoría de la Asociación Diferencial para explicar a los delincuentes profesionales y el comportamiento criminal metódico. Esta hipótesis experimental de la conducta criminal se basa en el marco de las siete proposiciones sucesivas [5].

Ahora, tenemos que ver qué hipótesis puede emplearse para describir el comportamiento de Pablo Escobar. En primer lugar, si echamos un vistazo a la Teoría del Aprendizaje Social, es concebible que Pablo Escobar haya adoptado parte de su conducta de los demás. En la Teoría del Aprendizaje Social, un individuo desarrolla el comportamiento delictivo a través de la interacción y la educación. Pablo Escobar tuvo algunos inconvenientes cuando era adolescente. Comenzó a robar en tiendas, a robar automóviles y a traficar con pasta de coca ilegalmente (Chepesiuk, 1999). Al analizar los métodos con los que Pablo Escobar se convirtió en narcotraficante, se observa que solía emplear la intimidación. Con esta teoría podemos plantear algunas hipótesis sobre cómo fue su vida adolescente.

Cuando era un adolescente que merodeaba por los alrededores de Envigado, probablemente conocía a otros jóvenes desfavorecidos. A lo largo de su vida, lo más probable es que haya establecido vínculos donde hayan aprendido y también aportado justificaciones a sus conductas antisociales. Validado por este grupo, fue evolucionando, y ante la oportunidad de una creciente operación de narcotráfico, no solo desarrolló una personalidad extremadamente cruel y codiciosa, sino que creó una especie de ideología que se transmitió en Medellín y en el mundo, donde, paradójicamente, hasta el día de hoy se hacen documentales y novelas que causan admiración en muchos jóvenes, quienes encuentran en su modelo una vida exitosa.

Esto es complejo de entender ya que tuvo una educación decente; no era de un grupo totalmente desfavorecido. Su madre era maestra de escuela, quien tuvo que haberle transmitido principios éticos y morales, y su padre era un jornalero agrícola que nunca tuvo problemas con la ley. Pablo Escobar debió haber creado nuevas formas de vida muy diferentes a las de su entorno porque definitivamente se asoció con personas que compartían la criminalidad como un medio de vida.

Después de aprender a encontrar formas de convertirse en un criminal floreciente, tuvo que aprender los procedimientos de la delincuencia. Entendió que necesitaba motivos que lo impulsaran a ejecutarlos. En consecuencia, descubrió que ser delincuente es ventajoso. Esto no es solo una posibilidad: era su destino convertirse en el narcotraficante más poderoso [6].

Mientras tanto, Robert K. Merton formuló la Teoría de la Tensión Estructural como un nexo de la relación funcionalista sobre la desviación. Este supuesto resume la parte fundamental de la desviación hacia las luchas que se generan por la discrepancia entre los objetivos culturales y los recursos de los individuos que han quedado inexpresivos a la hora de alcanzar esos objetivos. Aunque hay una teoría adicional que puede justificar un poco más a Pablo Escobar, esta hipótesis es la teoría de la deformación.

Pablo Escobar no era muy acomodado cuando era adolescente. Su familia era predominantemente de clase trabajadora que ganaba lo suficiente para alimentarse y darle un techo [7]. Esto fue una “tensión” para Escobar. La Teoría de la Tensión establece principalmente que si un individuo no puede encontrar formas legales de ganar dinero u otros productos, tomará un camino delictivo para hacerlo y, probablemente, lograrlo [8].

Pablo Escobar y el Cartel de Medellín no consideraban que su conducta debiera ser perseguida por ningún Estado. Esto es coherente cuando se analiza a otros narcotraficantes, quienes hablan de tener un negocio legítimo que el mundo criminaliza innecesariamente, y que los verdaderos delincuentes son los que violan, maltratan o asesinan impunemente y sin justificación, olvidándose que ellos mismos realizan estas actividades, lo que, a diferencia de otros criminales, no tiene justificación. Es por esto que llegó a ser político y hasta figura pública.

Pablo Escobar empleó su red de bandidos para someter a la mayor parte de Colombia y, en gran medida, a los norteamericanos con el negocio de la cocaína. En su juventud, la falta de fondos le supuso una lucha. Su grupo asesinó a sesenta y cinco hombres de la policía colombiana para preservar el cartel en acción. Pablo Escobar haría cualquier cosa a cualquier costo por autoridad y recursos. Esto lleva a la deducción de que el aprendizaje social y la teoría de la tensión podrían combinarse para ilustrar por qué Escobar era quien era [9].

Otra teoría asociada a Pablo Escobar es la Teoría del Autocontrol. Pablo Escobar no tenía autocontrol sobre su comportamiento. Él era incapaz de aplicar un medio de “autocontrol” socialmente soportable. Se podría suponer que esto se debe a que se dio cuenta de que era el mayor narcotraficante del mundo. Indiscutiblemente, Pablo tuvo que aplicar la lógica con su sentido común. Excepto que su análisis fue modificado desde que comprendió quién era. Se podría afirmar que su autoestima se apoderó de él. También percibí que cuando investigaba sobre Pablo, la mayoría de sus fotografías son de él en un estado de ánimo feliz. Aunque entendía que lo que estaba haciendo era ilegal, estaba pasando un rato agradable [10].»


Acotaciones adicionales

«Una explicación notable detrás de este fenómeno es que los medios de comunicación generalmente caracterizan los principios y formas de vida de la clase media alta en la sociedad colombiana y global como desconocidos para los jóvenes de las comunas de Medellín. Se les presenta una distinción que no pueden lograr con sus recursos, los cuales frecuentemente han sido alcanzables. Como resultado, no se comparan con sus amigos, sino con los más ricos de la sociedad o, en ocasiones, con una norma ficticia y un estilo de vida que tal vez ni siquiera subsista más allá de los medios de comunicación.

A partir de esta especulación, podemos percibir por qué las personas que no tienen la oportunidad de alcanzar un objetivo social oneroso, en esta ocasión debido a razones financieras, son claramente capaces de cometer un delito. Dado que los adolescentes se encuentran efectivamente dentro del grupo de edad que puede ser más influenciado por los medios de comunicación y los patrones de consumo que estos retratan, los sicarios pueden ser vistos como un grupo de jóvenes profundamente frustrados por su incapacidad para alcanzar los objetivos (materiales) impuestos por nuestra sociedad, que recurren al homicidio para resolver esos conflictos. Como afirma Robert Agnew, “la brecha entre las anticipaciones y los logros de uno puede afectar no solo a la desilusión, sino también a la indignación o incluso la rabia” [11].

Este complejo fenómeno, que nació en los barrios más pobres en el caso de Medellín, proporcionó empleo a miles de niños a quienes se les mostró lo fácil y rápido que era ganar dinero y elevar su estatus social frecuentando a barones de la droga que despilfarraban sus ganancias pagando mucho dinero a cambio de la aniquilación de sus enemigos de la manera más brutal posible. Esta tradición mafiosa reforzó aún más la importancia del poder físico, estableciendo valores de los nuevos ricos, como la importancia de comprar productos de marca, valorando la noción de uno por encima de cualquier otra cosa mediante la imposición de estilos exagerados y, al mismo tiempo, apoyó la idea de que ser rico justifica hacer cualquier cosa para salir adelante [12].»


Conclusión

«En conclusión, el análisis criminológico de la vida de Pablo Escobar revela una interacción compleja de factores que contribuyeron a su ascenso como uno de los mayores narcotraficantes de la historia. Desde las perspectivas teóricas clásicas de la criminología hasta las condiciones sociales y económicas que moldearon su comportamiento, este estudio proporciona una visión profunda de los elementos que convergieron para dar forma a la figura de Escobar.

El análisis criminológico, enmarcado en teorías como la Asociación Diferencial y la Tensión Estructural, arroja luz sobre las motivaciones y decisiones de Escobar. Su capacidad para manipular las estructuras políticas y económicas, así como su influencia en la sociedad colombiana, se destacan como aspectos fundamentales. Además, se examina la red de corrupción y violencia que rodeó al Cartel de Medellín, subrayando cómo Escobar mantuvo su imperio ilegal a través de alianzas estratégicas y tácticas despiadadas.

A través de este análisis, también se busca reflexionar sobre la influencia de los medios de comunicación y la cultura de consumo en la formación de la identidad de Escobar, destacando cómo su imagen se convirtió en un fenómeno mediático y cultural. Además, se explora el impacto del entorno socioeconómico, las tensiones estructurales y la búsqueda de objetivos culturales como factores que contribuyeron a su desviación hacia el crimen.

Este estudio no solo busca comprender la vida de un criminal, sino también arrojar luz sobre las condiciones sociales y sistémicas que permitieron el surgimiento y la consolidación de un imperio criminal de tal magnitud en la historia reciente. Asimismo, destaca la complejidad de las interacciones entre individuos, comunidades y estructuras institucionales que permitieron el florecimiento de actividades criminales transnacionales con consecuencias devastadoras en términos de violencia y corrupción. La historia de Pablo Escobar y el Cartel de Medellín sirve como un ejemplo emblemático de los desafíos que enfrenta la sociedad para prevenir y abordar eficazmente fenómenos delictivos de gran escala.

Finalmente, para obtener más información sobre el impacto duradero de figuras como Pablo Escobar y cómo abordar los desafíos actuales, te invitamos a explorar nuestro blog y participar en la conversación. Juntos, podemos trabajar hacia un futuro más seguro y justo.»

[1] (EncyclopediaBritannica, 2010).

[2] (Enciclopedia Británica, 2010)

[3] (TRIPODE, 2010)

[4] (TRIPODE, 2010)

[5] (“Enciclopedia Internacional de Ciencias Sociales”, 1968)

[6] (Chepesiuk, 1999)

[7] (Bio. True Story, 1996)

[8] (De nuevo, 1992)

[9] (Akers, Krohn, Lanza-Kaduce y Radosevich, 1979)

[10] (“Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales”, 1968)

[11] (De nuevo, 1992)

[12] (De nuevo, 1992)

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